domingo, 25 de noviembre de 2007

En mi vida he estado pocas veces en contacto con personas que hayan sufrido un accidente con una mina antipersona. Una de esas pocas ocasiones fue durante el tiempo que estuve en el ejército nacional. Estaba tomándome un descanso en un día de rutina cuando llegó un helicóptero con soldados heridos. Uno de ellos me causó gran impresión por que había caído en un campo minado, perdido sus dos piernas y lastimado gran parte de su cuerpo. En ese mismo vuelo traían el cuerpo de otro soldado que murió en el momento de la explosión.
Esta es una imagen que se quedo grabada en mi memoria. Me produjo un sentimiento de indignación por el horror y el sufrimiento al que son sometidas las personas que caen en ellas. En otra ocasión un amigo con quien compartí mis últimos años de colegio y entro conmigo al ejército, sufrió hace unos meses un accidente con uno de esos artefactos: perdió media pierna derecha y tuvo grandes heridas en su cuerpo. Al verlo acostado en la cama, me quede sin palabras, fue entonces cuando me llene de ira, porque al pensar en los terroristas que utilizan estos artefactos, me di cuenta que estos barbaros no piensan en el dolor que le causan a la víctima y a sus familias.
¿Que son las minas antipersona? Son explosivos que pueden estar en cualquier parte. A diferencia de otras armas, para cuya mayoría se precisa que alguien apunte y dispare, las minas terrestres antipersonal son accionadas por las "víctimas". Es decir, están concebidas para activarse cuando una persona tropiece con ellas o las manipule. Las minas antipersonal no hacen "distinción" entre personas. El propósito de estas armas es matar o discapacitar de por vida a las víctimas. Están específicamente hechas para destrozar miembros y vidas sin posibilidad de reparación. Pueden estar disfrazadas o escondidas en tarros, juguetes, cajas, ollas o en cualquier cosa que parezca inofensiva como un zapato, una cajetilla de cigarrillos o entre una bolsa. Las minas antipersonal tienen en su interior puntillas, balines, pedazos de lata, vidrios, combinados con excrementos, con ácidos o venenos para infectar o envenenar a las víctimas; tienen diferentes formas, colores y tamaños; pueden estar fabricadas con madera, hierro, metal o plástico.

En Colombia, los autores intelectuales de estos crímenes son el Ejercito de liberación nacional (ELN) y Las fuerzas armadas y revolucionarias de Colombia (FARC), porque ellos han sembrado minas en los terrenos donde los campesinos cultivan sus tierras y pastan sus ganados y, por estos actos las victimas en nuestro país han aumentado significativamente en el último año, superando a los países que hasta hace unos pocos años estaban por encima del nuestro como Afganistán y Camboya. El año pasado según las estadísticas mundiales, nos situamos a la cabecera con el mayor número de víctimas.
¿Qué debemos hacemos para solucionar este problema?
El gobierno al haber firmado la convención de Ottawa se comprometió al monitoreo y la eliminación de las mismas, es importante que todos nosotros como ciudadanos hagamos campañas para que el gobierno escuche las demandas de la sociedad frente al proceso de negociación y promueva acuerdos entre los actores armados al margen de la ley, para que se ponga fin a las minas y limpien el territorio contaminado de nuestro país. El reto a superar de Colombia pasa por la acción de la sociedad y de las instituciones para ir solucionando los riesgos ya existentes, pues en este año las víctimas identificadas superaron las 6000 personas, si queremos detener este problema y evitar que se extienda a los pocos lugares del territorio nacional que aun están libres, el único camino es poner fin a la guerra.

Estamos consientes que el gobierno de nuestro país ha tomado la vocería en la acción contra las minas, con el apoyo de todos los actores y brindando asistencia médica a las víctimas, rehabilitación física y psicológica de los sobrevivientes, se han adelantado programas en los que garantiza el apoyo económico y educativo en programas de prevención de accidentes.

La solución para este problemas no es fácil de llevar a cabo, pues el conflicto interno que tiene nuestro país lleva más de cuarenta años, los grupos alzados en armas Farc y ELN se hacen llamar las fuerzas del pueblo, pero son ellos los que causan el mayor sufrimiento en el país, ellos secuestran, asesinan por ser contrario a su ideología y lo más terrible es que siembran minas antipersona, estos artefactos que causan gran sufrimiento a la víctima. Todo el pueblo esta cansado de esta situación, debemos buscar una solución para que estos grupos desaparezcan de nuestro territorio, esta es la única solución que tenemos, pero la incógnita que tenemos todos, es como lograr este objetivo, sea con la vía de las armas o pacíficamente, si logramos acabar con las guerrillas, solucionaríamos todo el conflicto de nuestro país.

Este es el sueño que tenemos todos como colombianos, vivir en un país sin violencia, disfrutar del campo y de sus caminos, si la guerrilla algún día acaba no habrían más muertes, secuestros y por consiguiente dejarían de fabricar y sembrar mas minas antipersona, con estos actos el gobierno podría ingresar al los lugares donde hay mayor concentración de minas y poco a poco ir desactivándolas y las que están almacenadas destruirlas para evitar futuras catástrofes y con esto el país ira liberando las tierras para que todos podamos disfrutarlas e ir disminuyendo el numero de víctimas.

Cumpliendo todo esto estaríamos acatando lo firmado en el tratado de Ottawa, al que los países que hacen parte de él se comprometieron en sus estipulados prohibición total de dichos artefactos. Es decir, no sólo se prohíbe el empleo de las minas en todas las situaciones, sino que se prohíben su desarrollo, su producción, su almacenamiento y su transferencia. Asimismo, se exige la destrucción de las minas almacenadas o sembradas. En el caso de Colombia las guerrillas crean sus propias minas (artesanales) las cuales son difíciles de detectar, porque son fabricadas con tubos de PVC, jeringas, plastilina etc. Todo esto se evitaría si se cumpliera el tratado y las victimas que han caído en ellas recibirían mejor atención, otorgándoles las prótesis para que puedan llevar una vida mejor.